Como sabes, desde hace unos 2 años, en Valente, realizamos los famosos “campos de prueba”, que nos sirven para efectuar una serie de pruebas útiles para entender los comportamientos de las estructuras. En concreto, nos concentramos en:
– modos de instalación;
– velocidad de instalación;
– modos de mantenimiento;
– resistencia a los agentes atmosféricos;
– desgaste de los materiales.
Naturalmente, los “campos de prueba” sirven también para nuestros clientes que, paseando entre los sistemas, pueden darse cuenta de cómo se construyen, cuáles son los pluses y qué tipo de cobertura es más idóneo para sus objetivos. En definitiva, una sala de exposición completa donde las personas pueden evaluar varias opciones y elegir la mejor solución sin tener que perder tiempo inútilmente.
En cuanto a las coberturas, existen diferentes tipos, pero todos ellos comparten la característica de ser todas coberturas POLIFUNCIONALES. Lo cual significa que desempeñan varias funciones contemporáneamente para así garantizar, al mismo tiempo, protección en campos utilizados en varios modos, contra la lluvia, el granizo, el viento y los insectos.
Dejando de lado las funciones comunes, luego cada tipo de cobertura posee una característica distintiva, por lo que presenta especialmente buenas prestaciones y resulta indicada en determinados ámbitos de utilización.
En concreto, los sistemas en nuestros campos de prueba están equipados con las siguientes coberturas, denominadas así:
– granizo;
– lluvia;
– lluvia plus + granizo;
– lluvia Multishield.
El objetivo de esta sección es acompañarte a través de un recorrido técnico, simple e intuitivo, que te ayude a aclarar cuáles son las características y el funcionamiento de cada tipo de sistema y, también, disponer de un adelanto de que podrás ver si decides visitarnos en nuestros “campos de prueba».
Hoy vamos a hablar del sistema denominado “LLUVIA MULTISHIELD”.
Este tipo de sistema se utiliza para la protección de los cultivos contra la lluvia y, por su versatilidad, es idóneo para la fruta pequeña y para los cerezos de dimensiones importantes, con una altura máxima de 5 metros.
El sistema lluvia Multishield posee una peculiaridad, por lo que es único en su especie: el agricultor puede abrir y cerrar las lonas antilluvia cuando quiera, por lo que este sistema es el más versátil y funcional entre todos los sistemas de cobertura.
La disposición particular de las lonas permite al operador deslizarlas sobre el bastidor de la estructura, para gestionar la apertura y el cierre en función de las necesidades.
Este sistema representa una gran ventaja, ya que permite, en condiciones normales, dejar crecer las plantas en un modo óptimo, para luego cubrirlas solamente cuando sea necesario, o sea cuando el riesgo de lluvia sea real.
La estructura se apoya en postes de hormigón pretensado, conectados entre sí mediante alambres y cables longitudinales y transversales. Junto a las estructuras tradicionales, se posicionan dos alambres interlinea, que servirán para el deslizamiento de las lonas durante la fase de desplazamiento.
El sistema cuenta con una lona impermeable, constituida por franjas de polietileno trenzadas, para otorgar una resistencia mecánica al material, y luego revestidas por una capa fina de película de plástico, para impermeabilizarla.
Por último, la lona se remata con dos bordes reforzados y perforados para asegurar la fijación en la estructura y garantizar la resistencia a los esfuerzos a los que se someterá.
En zonas donde suele caer granizo, se utiliza la doble cobertura película + malla antigranizo, ya que la protección de la fruta contra la lluvia es necesaria solamente durante 30-40 días por año, mientras que la protección de las plantas contra el granizo se debe garantizar al menos 7 meses por año.
También esta estructura con película de cobertura se puede definir polifuncional, o sea desempeña varias funciones al mismo tiempo. Los efectos son:
– antilluvia;
– antigranizo;
– cortaviento;
– de sombreo;
– antiinsectos (Drosophila Suzuki, Carpocapsa, Chinche asiático) con las medidas específicas.
Asimismo, este sistema, al igual que el sistema antigranizo, para garantizar la eficacia correcta en varias condiciones, se ha de diseñar adecuadamente. Además, para realizarlo correctamente, hay que respectar meticulosamente algunas reglas muy precisas, para ahorrarnos sorpresas desagradables cuando haga mal tiempo.
En este sistema, la cobertura antilluvia crea una barrera física, que contrasta completamente la fuerza del viento; por lo tanto, necesitamos una gran resistencia para resistir a dichos esfuerzos, con ráfagas violentas y con ráfagas no violentas de viento, pero con el viento que sopla sin interrupciones durante días.
Por consiguiente, para evitar sorpresas desagradables, se han de respetar estas reglas fundamentales:
Regla n.º 1
Los postes se han de situar a una distancia máxima de 9,00 metros, para crear un retículo robusto de postes.
Regla n.º 2
Todos los postes intermedios se han de anclar en el terreno para evitar que el viento extraiga literalmente el poste del suelo.
Regla n.º 3
Los capuchones se han de fijar perfectamente en los postes para evitar que el viento destape la estructura.
Regla n.º 4
Es necesario realizar un punto débil para permitir la descarga de las fuerzas. En este caso, el punto débil es la interrupción de la lona en cada poste, para disponer de pequeñas “velas” de película plástica, que crean poco esfuerzo en el sistema.
Dejando estas 4 reglas a un lado, hemos de recordarnos siempre de aplicar uno de los principios fundamentales de las coberturas: para evitar que la lluvia o el granizo puedan entrar y dañar la fruta, el espacio creado entre terreno y película no debe superar nunca el ancho de la hilera (H<L).
La estructura se ha de realizar usando postes de HP, con una sección adecuada para las dimensiones del sistema, considerando la altura de la estructura y las superficies que se van a cubrir. El sistema se ha de anclar en el perímetro y tensar perfectamente para permitir el apoyo de la malla de protección y la fijación sucesiva, para garantizar la cobertura total del huerto.
Cuando sea necesario, el sistema puede equiparse con cierres perimetrales para crear el “monobloque” e impedir la entrada a los insectos de esta forma. De todas formas, se pueden personalizar los cierres para cumplir las varias exigencias de la empresa en cuanto a optimización del sistema y del espacio limítrofe.
Si se realizan estructuras adecuadamente diseñadas y respetuosas de todas las reglas de construcción, ¡podremos estar absolutamente tranquilos y concentrarnos solamente en recoger y disfrutar de fruta espectacular!