Mallas antiinsectos
La malla antiinsectos se realiza tejiendo un monohilo de plástico y se utiliza para cubrir y proteger adecuadamente los cultivos contra los daños causados por los insectos, sobre todo, la DROSOPHILA SUZUKI, la CARPOCAPSA y el CHINCHE ASIÁTICO.
La malla antiinsectos se instala en estructuras específicas y fija para garantizar el cierre total de los sistemas con el fin de impedir la entrada de los insectos.
El material, empleado en la realización de las mallas antiinsectos, es el polietileno de alta densidad (HDPE). El hilo utilizado se obtiene mediante extrusión, fundiendo y pasando por rejillas perforadas (extrusores) la materia prima; a continuación, se termoestabiliza, o sea se calienta para reducir todos los encogimientos que suele presentar el material plástico expuesto a fuentes de calor incluso pequeñas.
La malla antiinsectos se realiza trabajando un hilo con una técnica especial, denominada tejeduría en telar; la malla obtenida con este tipo de trabajo es rectangular con medidas variables y a prueba de deformaciones, o sea las dimensiones no cambian cuando la malla antiinsectos se somete a esfuerzos.
Las mallas antiinsectos están disponibles en las siguientes dimensiones:
Malla ANTI-CARPOCAPSA: H 2,50 – 4,00 – 4,60
Malla ANTI-SUZUKI: H 2,00 – 2,50 – 3,00
Con el fin de evitar daños de carácter térmico a las mallas antiinsectos, causados por las temperaturas elevadas alcanzadas por el material, se aconseja no exponer al sol los rollos durante más de cuatro horas.
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