Cómo se cultiva, detalles sobre el sistema, toda la información técnica para la instalación y hasta la recolección.
El lúpulo es una planta perenne de flor, de la familia de las Cannabaceae, que puede llegar hasta los 7 metros de altura y dura alrededor de 25 años. Crece naturalmente a orillas de los ríos o en los márgenes de los bosques en zonas frescas y no demasiado húmedas, hasta los 1200 metros de altitud, en terrenos fértiles y perfectamente drenados.
El cultivo del lúpulo se remonta al siglo IX en Inglaterra: aunque ya se conocía la existencia de esta planta, hasta entonces nadie había pensado en cultivarla en modo intensivo.
En Italia fue el agrónomo, Gaetano Pasquì, de Forlì quien introdujo su cultivo y explicó sus cualidades valiosas a partir del año 1860. En la actualidad, 1 kg de lúpulo se vende a las fábricas de cerveza con precios variables entre los 15,00 € y 100,00 € (o incluso pagando más por variedades especialmente valiosas), unas cifras, que dejan intuir un mercado rentable.
En los últimos años, el mercado del lúpulo ha experimentado una gran expansión en la cadena de producción de la cerveza y dos son las razones principales de este triunfo. La primera de ellas es que la planta aporta al mosto un delicioso aroma y perfume y la nota característica amarga de la cerveza. La segunda es que el lúpulo actúa como conservante al ofrecer estabilidad a la cerveza y permitiendo mantener sus características organolépticas a largo plazo.
Precisamente, esta propiedad de conservación especial ha potenciado el transporte, la difusión y la conservación de la cerveza en el mundo entero: de hecho, antes de utilizar el lúpulo, la cerveza producida se destinaba únicamente al uso local.
El sistema para el lúpulo está compuesto por una tensoestructura, constituida a su vez por postes de hormigón pretensado, conectados entre sí por alambres y cables de acero tensados mediante anclajes específicos hincados en el terreno.
Las secciones de los postes utilizadas en un sistema para el lúpulo son en media superiores en tamaño y resistencia en comparación con las utilizadas en los sistemas tradicionales de huerto y viñedo. Esta elección responde a la necesidad planteada de alcanzar alturas elevadas para favorecer la máxima productividad de la planta.
Con el sistema Valente, completo con accesorios diseñados específicamente para el lúpulo, se obtiene la máxima eficiencia productiva, aumentando el número de plantas en la misma área. De hecho, las plantas pueden situarse a lo largo de la línea de los postes y entre las filas (donde no hay postes), para garantizar siempre la estabilidad de la estructura, incluso con carga plena.
En Italia, nuestro liderazgo es indiscutible, somos la primera y única empresa, que se ha estructurado con un determinado know how y productos para proponer soluciones específicas para las plantaciones de lúpulo.